sábado, 26 de noviembre de 2016

El pececillo y el pescador (Esopo).

Un pescador tiró al mar su red y cuando la recogió sólo encontró en ella un pez pequeñísimo. Lo tomó en sus manos, pero el animal le rogó que lo soltara porque era demasiado chico. –Cuando sea mayor- argumentó –podrás volver a pescarme y entonces sí seré provechoso. –Bien tonto sería- respondió riendo el pescador – si soltara la presa que tengo en mis manos, soñando con la presa que llegaré a pescar quién sabe después de cuánto tiempo, por grande que fuera.

Moraleja: Es un disparate desaprovechar la riqueza que tenemos al alcance de la mano, pretextando que es poca.



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